BBVA aseguró que las consultas que anunció Estados Unidos sobre las políticas energéticas a México bajo el T-MEC intensificarán la presión sobre el peso, los mercados locales y otros tratados comerciales, por lo menos durante dicho periodo.
De acuerdo con una nota enviada a sus inversionistas y clientes de banca corporativa, ante la solicitud de Estados Unidos, a la que Canadá podría unirse, se inicia la primera etapa del mecanismo general de solución de controversias del T-MEC.
“La incertidumbre durante el período de consultas y la probabilidad de contagio a otros tratados de inversión probablemente pesarán negativamente sobre el peso”, advirtió el banco.
BBVA destacó que la moneda nacional superó a sus pares por su atractivo relativamente estable y menor ruido político, en comparación con otros mercados emergentes; sin embargo, estas circunstancias ya no serían un ancla, al menos en una reacción inicial.
“Tampoco descartaríamos una mayor prima de riesgo implícita en la parte larga de las curvas locales. Más allá de esto, es muy probable que tanto la curva del peso como la local continúen moviéndose junto con el sentimiento de riesgo global y las expectativas sobre la Reserva Federal”, agregó.
Por lo anterior, los analistas de BBVA esperan que el peso mantenga su atractivo y que el Banco de México (Banxico) mantenga sin cambios el diferencial actual de tasas con Estados Unidos, “por lo tanto, esperaríamos que la reacción fuera de corta duración”.
Este miércoles, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) anunció que solicitó consultas con México sobre varias medidas tomadas por el gobierno que afectan a las empresas energéticas de dicho país y varios mercados.
Cabe recordar que la actual administración ha realizado varios esfuerzos para aumentar la participación de CFE en el mercado de generación eléctrica y ha obstaculizado nuevos proyectos y permisos en el sector energético.
BBVA agregó que esta decisión del gobierno mexicano no es ninguna sorpresa, dados los numerosos intentos del gobierno mexicano de revertir la reforma energética de 2013 y limitar la inversión extranjera y privada en general en el sector.
Las consultas son una etapa no contenciosa de la solución de controversias. Si Canadá considera que tiene un interés “sustancial” en el tema, puede participar en ellas, como lo hizo recientemente en las consultas iniciadas por México sobre las reglas de origen del T-MEC para las automotrices estadunidenses.
En el proceso actual, las consultas deben comenzar a más tardar 30 días después de la notificación a las otras partes, y las partes consultoras deben esforzarse por llegar a una solución mutuamente satisfactoria del asunto.