El presidente del Senado, Eduardo Ramírez, dijo que una vez que las bases de la transformación han sido conformadas es necesario aspirar al encuentro de las grandes causas nacionales, dejar atrás la polarización y dar paso a la conciliación y la unidad nacional.
Al presentar su Informe de Actividades Legislativas como titular de la Mesa Directiva, durante el tercer año del ejercicio de la LXIV Legislatura, el morenista afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sentado las bases de una transformación pacífica, pero una vez que se ha cumplido con esta etapa es importante voltear a ver la conciliación, “este es el paso que debemos seguir”.
En la antigua sede del Senado en Xicoténcatl, el senador resaltó el llamado a escribir “en las páginas de nuestra vida que fuimos capaces de dejar atrás la polarización para darle paso a la conciliación y a la unidad nacional.
Son momentos de estar unidos y fortalecidos. No importa la actividad a la que nos dediquemos, lo más importante es dejar un legado”.
Cobijado por legisladores federales, empresarios, representantes de organizaciones civiles, cuerpos diplomáticos acreditados en el país, así como gobernadores electos, mencionó que “como en la época de la Independencia, la nación exigió grandes alianzas para asegurar su marcha.
La unidad entre quienes pensaban diferente, pero coincidían en la necesidad esencial de librar a la patria del yugo conquistador fue lo que hizo posible el nacimiento de México y de nuestra República”.
Asimismo, indicó que es indispensable continuar trabajando con auténtica visión de Estado para alcanzar los acuerdos que se requieren en la construcción de un México más justo, democrático y solidario.
También, el presidente de la Mesa Directiva hizo un llamado a las fuerzas políticas para que sean capaces de proponer al pueblo un programa de unidad, que debe ser la guía en el quehacer público, para encontrar con el diálogo la palabra común, la cual ya había propuesto Rosario Castellanos.
Destacó que la pandemia de covid-19 aún es un flagelo que afecta a la humanidad entera, por lo que como integrantes de los poderes del Estado están obligados a actuar en consecuencia para superar este reto. Reconoció que en el Senado prevalece un ánimo de respeto, de confianza y de amor a la patria.
“Cada una y cada uno de nosotros ha expuesto con entera libertad sus puntos de vista, ha sido congruente con sus ideas y sus principios”, subrayó.
Además, resaltó que las y los legisladores expresan sus ideales con prudencia, tolerancia y madurez política. “He servido a México desde este espacio republicano con emoción, con profundo sentido democrático y con un respeto a quienes piensan diferente. Así me educaron desde mi nacimiento, así me formaron mis padres y mis maestros. Soy un hombre que basa su diálogo en la buena fe, el acuerdo sin quebrantar nuestros principios”, enfatizó.
Al término del informe, los invitados degustaron comida y bebidas tradicionales chiapanecas y el senador Eduardo Ramírez incluso demostró que sabe bailar las danzas típicas de su estado.