La Organización Mundial del Comercio (OMC) sostuvo que es más probable que China coopere con las reformas de comercio en el mundo si no considera que está siendo intimidada por otras potencias internacionales. Ansiosos ante las poderosas empresas y consorcios estatales de China, Estados Unidos, la Unión Europea y Japón están presionando por reducciones a los subsidios de las industrias que, según afirman, distorsionan la economía mundial.
Pero sus propuestas requieren la aprobación unánime de los 164 miembros de la OMC, incluyendo China. También argumentan que Pekín ya no debería beneficiarse de concesiones para las naciones en desarrollo, en vista de que está en vías de convertirse en la mayor economía del mundo.
«También tenemos que demostrar que China no está siendo atacada… Cuando China siente que está siendo atacada, y se trata solo de China, hay mucha resistencia», dijo la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, en una conferencia organizada por el Comisión Europea.
Pekín debe ser consciente de que sus políticas no solo afectan a las naciones ricas que se quejan, sino también a los países en desarrollo, dijo la directora de la OMC. China sería más receptiva, dijo, si viera que la OMC aborda otros tipos de subsidios.
Pekín quiere frenar los subsidios a la agricultura, que prevalecen en los mercados emergentes desarrollados y economía más grandes, y que a menudo ponen en desventaja a los países pobres. Okonjo-Iweala dijo que los subsidios agrícolas globales alcanzaban alrededor de mil billones de dólares por año y podrían llegar a 2 mil billones de dólares para el 2030.