El senador del Partido Verde (PVEM), Raúl Bolaños-Cacho propuso que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) obligue a las empresas mineras a que se sujeten a procesos de autorregulación y auditoría ambiental, conforme al reglamento respectivo.
Bolaños-Cacho, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, destacó que, con esta medida, incluso se pueden prevenir sanciones económicas y procesos judiciales de responsabilidad ambiental, a causa de impactos a los ecosistemas, mismos que pueden detectarse desde la autorregulación y la auditoría ambiental.
Señaló que con esta iniciativa de reforma a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, busca que la industria minera continúe como una actividad productiva de gran valor para nuestra economía, pero que, a su vez, cuente con una visión ambiental a largo plazo.
Recordó que las figuras de la autorregulación y auditoría ambiental ya se encuentran en la legislación, pero su objeto es que los productores, empresas u organizaciones desarrollen procesos “voluntarios” para mejorar su desempeño respecto a los ecosistemas, comprometiéndose a alcanzar metas en materia de protección ambiental.
Es decir, actualmente las mineras pueden sujetarse a la autorregulación y auditorías ambientales de forma voluntaria, lo que ha permitido que existan varias empresas que ya cuentan con un certificado de la participación en el Programa de Auditoría Ambiental, pero, sostuvo, es necesario que dichas figuras sean obligatorias para garantizar la protección los ecosistemas del país.
El senador verde destacó que la minería contribuye con el 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y representa una de las principales actividades para la recuperación económica en el contexto de la pandemia; sin embargo, “también debemos considerar que genera graves daños ambientales en diferentes grados de severidad”.
Explicó que en la fase de exploración se provoca pérdida de suelos, por la apertura de caminos, la perforación de pozos y creación de socavones; en la explotación, agregó, se generan cerros artificiales, se destruyen áreas de cultivo, se contamina y altera el flujo natural del agua, y en la extracción de minerales por el método de lixiviación por cianuro, se envenenan fuentes de agua.