Rusia afirmó hoy que quiere abordar asuntos como los derechos humanos y el enjuiciamiento de los agitadores tras el asalto al Capitolio, que ocurrió el 6 de enero, en la primera reunión el presidente Vladimir Putin y su homologo Joe Biden, la cual tendrá lugar el 16 de junio en Ginebra, Suiza.
La reunión entre ambos lideres de las potencias se dará luego de una escalada en la tensión diplomática. Rusia emitió hoy su perspectiva ante la instancia luego de que ayer Biden informara que Estados Unidos iba a defender los derechos humanos en dicho momento.
«Estamos preparados para discutir y no tenemos temas tabús. Hablaremos de lo que consideremos pertinente y estaremos listos a responder cualquier pregunta de la parte estadounidense. Esto implica también a los derechos humanos», sostuvo en conferencia de prensa el jefe de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Además, afirmó que su gobierno esta dispuesto a discutir «los problemas que hay en Estados Unidos», y dijo estar «muy interesado en el procesamiento de los acusados por los disturbios del 6 de enero», cuando seguidores de Donald Trump desencadenaron un sangriento asalto al Capitolio, mientras el Congreso de Estados Unidos estaba ratificando la victoria de Biden en las elecciones presidenciales.
En Estados Unidos, «están ocurriendo muchas cosas realmente interesantes, inclusive desde una perspectiva de los derechos humanos, de los derechos de la oposición, y de la protección de esta oposición», respondió Lavrov a la pregunta de un periodista sobre si Moscú estaba preparada para abordar la situación de la oposición y los derechos humanos en Rusia, durante la entrevista entre Putin y Biden.
Estos comentarios tuvieron lugar además luego de que Biden prometiera, el domingo, decirle a Putin que Estados Unidos no «quedará de brazos cruzados en tanto» Rusia «viola» los derechos humanos.
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos están a su nivel más bajo, a causa de grandes desacuerdos respecto a los más trascendentes temas internacionales, expulsiones cruzadas de diplomáticos, acusaciones de injerencia electoral, espionaje e inclusive ciberataques atribuidos a Moscú.