Los grupos de miles de seguidores de Jair Bolsonaro se congregaron este miércoles frente a cuarteles de las principales ciudades de Brasil para pedir una intervención militar frente al triunfo del izquierdista Lula da Silva en las urnas, en una de las elecciones más divididas en esa nación.
Varios miles de seguidores del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro se concentraron ante el comando militar del sudeste, en la ciudad de Sao Paulo, constató la AFPTV.
Al grito de «Yo autorizo» e «¡Intervención federal ya!» pedían la actuación de las fuerzas armadas contra la derrota de su líder en el balotaje del domingo frente al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
«Queremos una intervención federal porque exigimos nuestra libertad. No admitimos que un ladrón nos gobierne», dijo a la AFP Angela Cosac, 70 años, junto a un cartel en el que se leía «SOS Fuerzas Armadas».
Las protestas se registraban también en la capital, Brasilia, con miles de manifestantes frente al cuartel general, constató la AFP. «Resistencia civil», gritaban los bolsonaristas.
Urgente:
Milhares se reúnem em frente ao quartel da Mouraria, em Salvador, pedindo participação das FFAA. pic.twitter.com/eEFRbGfChH
— BRADO JORNAL (@BradoJornal) November 2, 2022
En el centro de Rio de Janeiro, manifestantes cantaban bajo la lluvia «Lula, ladrón, tu lugar es la prisión», según videos de la prensa brasileña.
Otra manifestación de bolsonaristas estaba prevista durante la jornada en la emblemática Avenida Paulista de Sao Paulo.
Bloqueos en rutas brasileñas disminuyen
En el país, los bloqueos de carreteras se mantenían por tercer día consecutivo, aunque con tendencia a reducirse.
La policía federal de carreteras (PRF) reportó 167 bloqueos que afectaban a 17 estados de Brasil, en un balance publicado la mañana del miércoles. El martes el número ascendía a 271.
El ministro de Infraestructura, Marcelo Sampaio, pidió el martes por la noche a los manifestantes que liberaran las carreteras para «evitar perjuicios al país» y «garantizar la circulación de medicamentos, insumos, bienes y combustibles».
El número de cortes cayó después de que Bolsonaro prometiera el martes «cumplir la Constitución«, en su primer pronunciamiento desde la derrota.
Bolsonaro mantuvo al país en vilo durante dos días al guardar silencio tras perder en el balotaje (49.1 por ciento de los votos frente a 50.9 por ciento para Lula).
Sus críticos le acusan de haber estimulado así la proliferación de actos de protesta.
El mandatario ultraderechista, que el martes autorizó la transición sin conceder el triunfo a Lula, dio un mensaje ambiguo en relación con los bloqueos.
Pidió que las manifestaciones sean pacíficas y aseguró que sus seguidores «no pueden aplicar los mismos métodos que los de la izquierda» perjudicando «el derecho de ir y venir», pero las justificó al señalar que se originan en un sentimiento de «injusticia» por el proceso electoral.
En las redes, grupos bolsonaristas interpretaron el mensaje de Bolsonaro como un impulso a mantener las movilizaciones.
«El sueño sigue vivo», decía un mensaje el martes en Telegram, retomando las palabras del mandatario la víspera. «Llenen las calles mañana».
Las manifestaciones afectaron la economía brasileña
La policía brasileña recurrió a la fuerza este miércoles, con el aval de una decisión del Supremo Tribunal Federal que ordenó el uso de «todas las medidas necesarias» para el desbloqueo de rutas.
En Sao Paulo, la tropa de choque de la policía militar dispersó con bombas de gases lacrimógenos a decenas de manifestantes y camiones que dificultaban la circulación en la principal carretera que conecta ese estado con la región centro-oeste del país.
Los camiones hacían sonar sus bocinas mientras sobre el asfalto los manifestantes, que vestían camisetas amarillas de la selección de fútbol, agitaban banderas frente a los vehículos que pasaban, según imágenes de la televisión local.
La PRF informó además que dispersó hasta el miércoles 563 manifestaciones.
Los bloqueos han provocado trastornos, inclusive en el acceso al principal aeropuerto del país en Sao Paulo, Guarulhos, que hasta este miércoles debió cancelar 48 vuelos debido a las manifestaciones, confirmó la asesoría de prensa de la concesionaria.
La Confederación Nacional de la Industria advirtió el martes de un «inminente riesgo de desabastecimiento y falta de combustibles«, en caso de que las carreteras no fueran rápidamente desbloqueadas.