El Senado de Estados Unidos respaldó este miércoles la adhesión a la OTAN de Suecia y Finlandia, un paso decisivo en la ratificación estadounidense del acceso de ambos países a la alianza atlántica.
La Cámara Alta, controlada por los demócratas, otorgó 95 votos a favor y uno en contra.
El Senado aprobó además una enmienda que declara que todos los integrantes de la OTAN deben gastar para 2024 un mínimo del 2 % de su PIB en defensa y el 20 % de su presupuesto de defensa en «equipamiento principal, investigación y desarrollo«.
En cambio, rechazó un enmienda, presentada por los republicanos, que quería evitar que el compromiso de la OTAN de defender a sus miembros esté por encima del poder del Congreso de autorizar el uso de la fuerza militar.
El proceso de ratificación sobre la entrada de nuevos miembros en la OTAN varía según cada país: en Estados Unidos se requiere el visto bueno de dos tercios del Senado y la firma posterior del presidente.
El mandatario estadounidense, el demócrata Joe Biden, transmitió a los senadores el protocolo de adhesión el pasado 11 de julio y les instó a ratificarlo con rapidez, al considerar que ambos países serán «contribuyentes netos a la alianza, tanto en capacidades como en recursos».
El presidente del Comité de Exteriores del Senado, el también demócrata Bob Menéndez, se posicionó este miércoles en esa misma línea al subrayar al principio del debate que el respaldo estadounidense envía un fuerte mensaje en favor de la libertad y la defensa colectiva.
El influyente senador destacó que la actual coyuntura, tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero, evidencia «más que nunca el rol vital» que la OTAN desempeña para la protección de la paz.
Los líderes de la OTAN acordaron en su cumbre de finales de junio en Madrid dar inicio al proceso de admisión de Suecia y Finlandia. Ambos países cuentan provisionalmente con el estatus de observadores y se convertirán en miembros de pleno derecho cuando los 30 integrantes de la alianza ratifiquen el acceso.
Suecia y Finlandia, motivadas por la invasión rusa, entregaron el 18 de mayo sus solicitudes de ingreso. Lo hicieron en la sede de la organización transatlántica, en Bruselas, en una reunión de sus respectivos embajadores ante la OTAN con el secretario general aliado, Jens Stoltenberg.
Turquía había vetado su ingreso y exigido más cooperación en la lucha contra organizaciones calificadas de terroristas por Ankara, aunque finalmente llegó a un acuerdo con Suecia y Finlandia, en el que medió Stoltenberg y que tuvo el beneplácito de EE.UU.
El ingreso de Suecia y Finlandia permitirá a la OTAN tener corredores marítimos y aéreos alternativos en apoyo de los países bálticos.
El senador republicano estadounidense Josh Hawley fue el único que votó este miércoles en contra de su entrada. «La expansión implicará nuevas obligaciones para Estados Unidos», dijo convencido de que el foco de su país no debe centrarse en Europa, sino en Asia, para contrarrestar la creciente amenaza china.