En la misa dominical en la Diócesis de La Paz, el obispo Miguel Ángel Alba Díaz reiteró la exigencia de paz para todo el pueblo mexicano, pidió oraciones por los criminales para “mover sus corazones”, pero también por las autoridades “ignorantes, ineptas e ineficaces” para garantizar seguridad y justicia.
En su mensaje, al concluir las jornadas por la paz y luego de recordar a los religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país, el obispo sostuvo que desearía que quienes integran bandas criminales, muchos de ellos, “muchachitos”, dijo, regresaran como “la oveja negra perdida que se deja encontrar por el pastor” y acusó que las autoridades de todos los niveles en el país les han fallado al no procurar justicia social y orillar a muchas juventudes a integrarse a las filas del crimen organizado.
Acusó que no han sabido “velar por la seguridad” ni garantizar un sistema distributivo más justo, ni han logrado avances en salud ni educación.
“Quisiéramos rezar también por nuestras autoridades, a veces ignorantes e ineptas, que no saben hacer las cosas, que cometen muchos errores, no porque sean malos, sino porque son ignorantes, ineficientes, ineficaces. Buenos para hablar, tienen muy buen discurso, pueden tenernos todos los días con la boca abierta y riéndonos, pero ineptos para gobernar. Ni en salud, ni en seguridad, ni en educación ni en economía, ni en acabar con la corrupción ni desigualdad ni nada. Ineptos. Supieron cómo ganarse a un pueblo, pero no supieron cómo gobernarlo”, enfatizó.
El líder religioso también acusó que autoridades han sido “omisas e irresponsables” y se ocupan e interesan más en los asuntos de sus partidos que en los problemas de generaciones futuras.
“Los vemos riéndose en los cierres de campaña de todos los candidatos de su partido en todos los estados, en Colima, Nayarit, Michoacán, Guerrero, pero hacia adentro no hay medicinas, hay recortes, que la austeridad republicana, pero para ellos sí hay recursos y para toda corte de lambiscones que los acompañan”, lanzó.
Alba Díaz insistió en calificar a autoridades como “corruptas”, incluso aliadas con bandas criminales a quienes podrían deberle su cargo.
“En cuántos estados se habla de narcoelecciones y narcogobiernos, en cuántas partes de nuestro pueblo… recemos por nuestras autoridades como Jesús lo pidió y el apostol Juan Pablo lo exige. Recen por las autoridades para que nuestra vida transcurra en paz y seguridad, para que vuelvan sus ojos hacia la gente, que sean conscientes de que fueron puestos no para servirse sino para servir, que Dios les dé la sabiduría que no tienen, que Dios les dé el amor que falta en sus corazones, que purifique de esa corrupción que los invade”, expresó.
Finalmente, el obispo manifestó que el trabajo de la iglesia es recordar la fraternidad entre las personas y acusó que la avaricia es uno de los pecados –dijo– que más se condenan y recalcó que las autoridades del país tendrían que trabajar más en erradicar las desigualdades.
“La avaricia es una forma de idolatría, el hombre avaro que quiere tener más, el avaro que no tiene y envidia al que tiene y lo maldice. Son idólatras. Creen que la vida y la felicidad dependen de los bienes que tengan… Recemos por todas estas injusticias y desigualdades, porque nuestros gobernantes sepan crear un sistema distributivo más justo, que no se conformen con reunir a los grandes empresarios y darle una cenita de tamales, vendiéndoles billetes de lotería de 20 millones de pesos”, puntualizó.
En la celebración se encontraban integrantes de colectivos de búsqueda, muchos de ellos con lonas y pancartas con fotografías de sus familiares desaparecidos.