Pobladores de Tepejillo trabajan a marchas forzadas para restaurar una parte de su bosque, devastado por un incendio que en abril de 2020 también costó la vida de nueve voluntarios.
Paulo Bautista Villa recuerda las palabras de una de las personas que fallecieron entre las llamas: “Vamos a atacar el incendio porque está derribando toda la montaña; tenemos que salvarla”, fue lo último que le escuchó decir.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor), a través de la Promotoría de Desarrollo Forestal en el Estado de Oaxaca y autoridades agrarias de Santos Reyes Tepejillo trabajan en la compensación ambiental por cambio y uso de suelos, por problemas forestales ocurridos en abril de 2020.
El proyecto contempla restaurar 100 hectáreas de bosque en el lugar donde ocurrió un incendio de copa, el cual consumió todo el arbolado, para que la pérdida de suelo sea menos severa.
“Trabajamos duro en memoria de nuestros familiares que perdieron la vida por salvar nuestro bosque; debemos de regresar un poco de lo que se perdió y nos sentimos responsables, por ello pretendemos restaurar las partes más dañadas”, dice otro de los trabajadores, mientras hace el acomodo de los árboles secos.
Foto: Juan García
Esta parte alta de la montaña de Tepejillo sufrió un incendio de copa, conocido como incendio aéreo, el cual provocó la muerte del arbolado desde la raíz, a diferencia de otros puntos donde los árboles retoñaron sus hojas tras las lluvias.
Cinco años para restaurar el bosque
Hace más de tres meses que las autoridades iniciaron el trabajo de restauración, que comprenden cerca de 100 hectáreas. Pretenden concluir antes de diciembre de este año, y en los siguientes meses empezar a reforestar.
Luego de concluir varios metros de un cerco de protección, el trabajo que están realizando las autoridades y pobladores es el acomodo del material vegetal muerto.
El titular de la Promotoría de Desarrollo Forestal de la Conafor, Óscar Mejía Gómez, detalla que serán al menos cinco años de trabajo de reconstrucción del bosque, y serán las autoridades agrarias y los pobladores de Tepejillo quienes lleven a cabo la compensación, restauración y vigilancia de las zonas. También le darán mantenimiento a la reforestación con asistencia técnica.
“Es un proyecto de varios años. Nosotros concluiremos con las primeras 100 hectáreas; las siguientes zonas de trabajo dependerán de las personas que entren en funciones”, expone Paulo Bautista Villa, presidente del Comisariado de Bienes Comunales.
Trabajo a través del tequio
Foto: Juana García
Si bien en cinco años se espera que la zona se encuentre de nuevo con árboles; en el largo plazo el objetivo es un bosque muy parecido al que se quemó.
Para lograrlo, a un año y seis meses del incendio, las autoridades agrarias y los pobladores trabajan ya en la restauración a través del tequio, con un día de trabajo por persona. Sin embargo, debido a la pandemia por Covid-19, solo acuden 10 personas cada día.
Las familias migrantes, que viven y trabajan en Estados Unidos, han sido fundamentales en este proyecto. Aunque no existe un apoyo formal, varios se han sumado de manera voluntaria, explicaron las autoridades.
En el combate de incendios forestales en los años 2020 y 2021 participaron 34 mil personas, entre oficiales y voluntarios. De ellos, 27 mil 519 fueron voluntarios y comuneros.
Un incendio que duró cinco días
Foto: Juana García
Nueve personas perdieron la vida combatiendo el fuego. A Paulo Bautista y sus compañeros aún les cuesta hablar de ellas. “Acá todos somos familia, hoy todos estamos de luto, todos amamos nuestros bosques, pero el viento nos ganó y el fuego se llevó a nuestra familia también”, dice José Luis.
En el bosque están las lápidas en honor a los que dieron la vida para defenderlo, las familias también construyeron una pequeña capilla casi por concluir.
En cinco días de abril de 2020, más de 2 mil hectáreas del bosque de Santos Reyes Tepejillo se consumieron.
“Fue un incendio muy lamentable para nosotros, porque además se perdieron las vidas de varias personas, lo que no se debe permitir nuevamente, por ello debemos de trabajar con la comunidad”, reitera Óscar.
Cambio climático aviva los vientos
Foto: Juana García
El incendio en el bosque de Santos Reyes Tepejillo es considerado uno de los más graves que se ha registrado en la región y en el estado de Oaxaca por la afectación del lugar y la muerte de los combatientes.
Óscar Mejía Gómez, titular de la Conafor, explica: “Hubo un cambio de velocidad de viento, un cambio de dirección, no esperaban que ocurrieran las corrientes de aire, lo que ocasionó este accidente y quedaron atrapadas las personas”.
De acuerdo con un estudio que realiza la Comisión Nacional Forestal y otras instancias, en los últimos cinco años las ráfagas de viento se han intensificado, principalmente en la Sierra Sur de la Mixteca, en la región del Istmo y Costa de Oaxaca.
El cambio climático está generando que cada vez los incendios sean más agresivos y explosivos, de rápido avance y justo eso ocurrió en Tepejillo, precisa Mejía.
“Al momento de no haber lluvias, como ha pasado en los últimos tres años, el material vegetal muerto en estas áreas, más la condición fuerte del viento, [provocaron que haya] sido sumamente complicado combatir los incendios forestales.
“Un incendio que duraba uno o dos días ahora se combate en más de cinco días por las ráfagas de viento que van de los 60 a 80 kilómetros por hora”, precisa el titular de la Conafor.
En 2020, se afectaron más de 27 mil hectáreas de bosques por incendios forestales, siendo uno de los años más agresivos.
Para evitar los incendios, Mejía recomienda practicar de manera responsable la quema de la rosa, y avisar a las autoridades y vecinos sobre esta tarea para estar preparados en caso de que el fuego se salga de control.
Asimismo, dijo que las comunidades deben recibir capacitación y equipo para combatir conflagraciones.
“Hay una gran fuerza que tenemos en las comunidades y debemos de capacitarlos, para llevar a cabo un combate seguro y efectivo”, finalizó.