Un tribunal federal otorgó un amparo al líder absoluto del cártel de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, sentencia que ordena que no se le juzgue por delitos que ya enfrentó.
La discusión del tema derivó de una resolución del juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, dentro de la causa penal 93/2012.
El juzgador determinó sobreseer el caso por delincuencia organizada porque consideró que “hubo una afectación a las pruebas” aportadas contra el capo, motivo por el cual no había certeza de los hechos delictivos imputados.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó una nueva acusación dando origen a la causa penal 50/2018, donde atribuye a El Z-40 ser líder de un grupo criminal, operar en ciertas zonas del territorio nacional y cometer diversos delitos.
El capo, quien es considerado por Estados Unidos y México como el más sanguinario que ha operado en los últimos tiempos en nuestro país, promovió un amparo, pero el Quinto Tribunal Unitario con residencia en Matamoros le negó la protección de la justicia.
Ante esta situación, interpuso un recurso de revisión y ahora el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito revocó la sentencia, tras señalar que la nueva causa penal vulnera el principio de no juzgar dos veces por los mismos hechos.
“Se le atribuyen al quejo hechos distintos vinculados al delito de delincuencia organizada, se le atribuye su pertenencia a determinado grupo criminal y a su operación en determinada zona de la República y la comisión de diversos delitos. Por tanto, el delito de delincuencia organizada, en esos espacios de tiempo y zonas geográficas, pues ya fue materia de juzgamiento, y por tanto juzgarlo nuevamente por delincuencia organizada desde luego que vulnera ese principio de non bis in idem”, declaró el magistrado presidente José Manuel Quistián Espericueta.
Dejó claro que, si se acreditan hechos cometidos por el quejoso, con independencia que estén o no vinculados a la delincuencia organizada, se le puede juzgar por nuevos actos delictivos.
“Si se encuentran eventos en momentos distintos, hechos distintos, víctimas distintas, esos hechos facilitaran un juzgamiento autónomo, no la delincuencia organizada”, expresó.
Miguel Ángel Treviño obtuvo el control del cártel de Los Zetas antes de la muerte de su antecesor Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, quien fue abatido por elementos de la Secretaría de Marina el 7 de octubre de 2012, en Sabinas, Coahuila.
Se le vincula con el asesinato de José Eduardo Moreira, hijo del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, ocurrido el 3 de octubre de 2012, en venganza por el abatimiento de su sobrino Alejandro Treviño Sánchez por parte de policías estatales.
Según investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), es responsable de ordenar el secuestro y asesinato de 265 migrantes, cuyos cuerpos fueron localizados en fosas clandestinas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, en 2010.
México ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos por información que condujera a su captura, mientras que Estados Unidos le puso un precio a su cabeza de 5 millones de dólares.