El exclusivo club de golf de Portmarnock, situado en el noroeste de Dublín, anunció este jueves que ha eliminado una regla vigente desde su fundación hace 127 años y, por fin, admitirá a mujeres como miembros de pleno derecho.
Según un comunicado de la dirección, el 83,4 % de los miembros actuales, todos varones, votaron a favor de un cambio de esta normativa machista y discriminatoria, frente al 16,6 % que aún prefiere que el club esté solo integrado por «caballeros».
La norma 3 de sus estatutos establecía que el «club estará integrado» por «miembros y miembros asociados que deberán ser caballeros» debidamente «elegidos» y que «seguirán las reglas en condición de aficionados».
Tras la citada votación, las palabras «que deberán ser caballeros» desaparecerán de ese párrafo, confirmaron hoy los responsables, al tiempo que se mostraron «deseosos de dar la bienvenida a mujeres como miembros».
«En consecuencia, las reglas y estatutos del club serán, a partir de ahora, neutrales respecto al género, lo que representa un avance positivo para este club de larga y distinguida historia», agregaron en la nota.
El club de golf de Portmarnock es conocido tras haber albergado en varias ocasiones el Abierto de Irlanda, pero también se había ganado una fama negativa por su exclusiva política de afiliación.
La Confederación de Golf de Irlanda (CGI, sus siglas en inglés) afirmó hoy que este cambio de normativa representa un «gran paso adelante», pues aún quedan clubes en este país que solo admiten a miembros varones.
Anne McCormack, directiva de CGI, celebró que el «golf irlandés» está realizando progresos para convertirse en un deporte «más moderno e inclusivo» y destacó que la decisión adoptada por Portmarnock «ha sido tomada por ellos mismos».
McCormack hacía así referencia al hecho de que el Tribunal Supremo irlandés concedió a Portmarnock en 2009 el derecho a denegar a las mujeres la condición de plenos miembros en sus instalaciones deportivas y recreativas.
Hasta ahora, las mujeres pagaban una cuota anual y tenían acceso a la mayoría de las instalaciones pero, por ejemplo, sólo podía jugar al golf en Portmarnock a ciertas horas.
En aquella sentencia, el presidente de la corte de Justicia, Hugh Geoghegan, consideró que el club ofrecía «actividades externas», como el golf, pero que su principal razón de ser era ofrecer servicios recreativos a hombres, a modo de un «club de caballeros».
En este sentido, McCormack reconoció hoy que Golf Ireland, el organismo que gobierna este deporte en la isla, no puede obligar a los clubes a cambiar sus reglas, aunque «está intentado generar cambios».
Así, más de 200 clubes de golf en este país han suscrito una carta de derechos redactada por Golf Ireland encaminada a promover una «cultura de golf inclusiva», de manera que se comprometen a tener al menos el 30 % de mujeres en sus comités ejecutivos.