En pleno conflicto con Rusia, la banda ucraniana Kalush Orchestra y su tema Stefania han logrado este sábado una importante victoria no solo musical, sino también moral y mediática, al hacerse con el micrófono de cristal del festival Eurovisión 2022 cantando a la madre patria.
En una gala celebrada en el Pala Olímpico de Turín (Italia), su candidatura se ha impuesto a las de Reino Unido, segunda, y España, tercera.
Justo tras su actuación, Kalush Orchestra ha reclamado «ayuda» para su país, para la ciudad de Mariupol y para los soldados atrincherados en la acería de Azovstal, un mensaje que por su naturaleza política está prohibido en principio en las normas del festival.
Se trata de la tercera vez que Ucrania vence en Eurovisión desde su debut en 2003. Solo un año después se alzó con el triunfo por primera vez gracias a Ruslana y Wild dances, y de nuevo en 2016 con Jamala y 1944, el cual violentó al Gobierno ruso al recuperar el episodio histórico de la deportación de las minorías tártaras de Crimea.
En esta ocasión lo ha hecho con 631 puntos, 439 de ellos de la audiencia, la máxima otorgada por el voto popular, y se ha impuesto así en un Top 10 integrado además por Reino Unido (466), España (459), Suecia (438), Serbia (312), Italia (268), Moldavia (253), Grecia (215), Portugal (207) y Noruega (182).
Veinticinco países, de los 40 que inicialmente tomaron parte de la competición, han llegado a esta gran final, que ha arrancado desde la Piazza San Carlo de la ciudad con la música de Give Peace A Chance de John Lennon, una alusión clara a la invasión rusa.
Durante la misma se ha podido disfrutar además de un popurrí de éxitos de Laura Pausini y de Mika, que han ejercido de presentadores junto a Alessandro Cattelan, así como de dos excampeones italianos del festival: la banda Maneskin, triunfadores de 2021, y Gigliola Cinquetti, que ha interpretado Non Ho L’Età como en 1974.