Un ensayo clínico en pacientes ambulatorios de covid-19 demostró que el consumo en dosis altas de vitamina C y zinc no logró reducir significativamente la duración de los síntomas asociados al SARS-CoV-2, en comparación con la atención habitual sin su ingesta.
“No hubo diferencias significativas en el resultado primario de los días necesarios para alcanzar una reducción de 50% en los síntomas entre los cuatro grupos de estudio”, señala el artículo Efecto de la suplementación en dosis altas de zinc y ácido ascórbico frente a la atención habitual sobre la duración y la reducción de los síntomas en pacientes ambulatorios con infección por SARS-CoV-2.
Se trató de un ensayo clínico aleatorizado en el que participaron 214 pacientes adultos, confirmados a SARS-CoV-2 mediante prueba PCR, y que recibieron atención ambulatoria en centros médicos de Ohio y Florida del 27 de abril al 14 de octubre de 2020. Se formaron cuatro grupos, cada uno recibió durante 10 días zinc, vitamina C, ambos agentes o ningún suplemento.
Se reportó que los pacientes que recibieron la atención habitual sin suplementos lograron una reducción de 50 por ciento en los síntomas en una media de 6.7 días en comparación con una media 5.5 días para los pacientes que recibieron vitamina C, una media 5.9 días para los pacientes que recibieron zinc, y una media de 5.5 días para los pacientes que recibieron ambos suplementos.
“No hubo diferencias significativas en los resultados secundarios entre los grupos de tratamiento”, así que tras un análisis intermedio, el estudio se detuvo de manera anticipada por “inutilidad”.
El estudio concluyó que los datos sobre el ácido ascórbico y el zinc por vía oral son inconsistentes, ya que algunos ensayos sugieren que las dosis altas de ácido ascórbico y gluconato de zinc pueden reducir la duración de los síntomas del resfriado común y disminuir la gravedad de los síntomas, mientras que otros estudios no han mostrado ningún beneficio.
Los datos del ácido ascórbico intravenoso también son variables, en pacientes críticamente enfermos no muestran una asociación significativa con la mortalidad, pero sí asociaciones con la duración del soporte del ventilador y la duración de la estancia hospitalaria.
El reporte también indicó que el zinc juega un papel en la función inmunológica a través de la producción de anticuerpos y glóbulos blancos, y existe evidencia de que la deficiencia de zinc aumenta las citocinas proinflamatorias y disminuye la producción de anticuerpos. “El zinc también se ha relacionado con la biología del coronavirus.
La enzima convertidora de angiotensina 2 es una metaloproteasa de zinc que es importante para la entrada celular del coronavirus”. Sin embargo, según el estudio actual, estos suplementos no se pueden recomendar para reducir la morbilidad de los síntomas en pacientes con covid-19.
“El gluconato de zinc, el ácido ascórbico o ambos suplementos en dosis altas no redujeron los síntomas del SARS-CoV-2. La mayoría de los consumidores de ácido ascórbico y zinc están tomando dosis significativamente más bajas de estos suplementos, por lo que demostrar que incluso el ácido ascórbico y el zinc en dosis altas no tienen ningún beneficio sugiere una clara falta de eficacia”.
Además, el reporte resaltó que la administración de suplementos con un beneficio no comprobado puede ser perjudicial debido a los efectos adversos. “Se ha demostrado que el zinc causa un sabor metálico, sequedad de boca e intolerancia gastrointestinal en dosis altas.
El ácido ascórbico puede causar intolerancia gastrointestinal y, en el estudio actual, una proporción significativamente mayor de pacientes en los subgrupos de ácido ascórbico informaron efectos adversos, como náuseas, diarrea y calambres estomacales”.