Paola Longoria es una de las deportistas mexicanas más importantes de la actualidad. La raquetbolista ha dominado su disciplina en la última década, consiguiendo campeonatos del mundo, medallas de oro en Panamericanos y Centroamericanos, además de lograr 106 títulos en su circuito. Por esa razón, hace unas semanas fue nominada al mayor reconocimiento de los Juegos Mundiales.
Hoy, a sus 31 años, Paola mira de reojo hacia el futuro y comparte que después de los Juegos Panamericanos de Chile 2023 se retiraría profesionalmente.
¿Qué enseñanzas como atleta te dejó el 2020? Fue un año donde se aprendió mucho el tema de la resiliencia, aprendí a ser paciente. Esta pandemia nos vino a afectar a muchos y en especial al deporte. Siempre lo he dicho, el deporte es salud, pero sin salud no puedes hacer deporte.
Fue un año complicado, extrañé mucho las competencias. En diciembre cerré con torneo en Kansas y tenía muchos nervios porque no sabía, después de nueve meses, cómo iba a ser, pero logré la victoria.
Llegar a 106 títulos… ¿te has acostumbrado a ganar? Nunca me he acostumbrado a ganar. Siempre me entra el nervio, siento las mariposas de saber que voy a volver a competir y de preguntarme cómo me va a ir.
Son buenas señales de que sigo disfrutando mis torneos y mi deporte como en el primer día que inicié con este sueño de ser la mejor del mundo. Nunca te acostumbras para eso, trabajas para ganar y ganar. Siempre he sido muy disciplinada y dedicada, es mi mentalidad. A pesar de tener una carrera y una maestría me quise dedicar cien por ciento al raquetbol y creo que no me equivoqué.
¿Cómo te sientes con la nominación de los World Games? Los World Games son para los deportes que podemos llegar a ser disciplina olímpica. Estar dentro de los candidatos a mejores atletas de todos los tiempos, ser la única mexicana, llega en un momento importante porque hay mucha incertidumbre. Es una motivación saber que he hecho las cosas bien.
¿Tienes nuevas metas, has pensado hasta cuándo seguirás compitiendo? Tengo mi maestría en Ciencias Políticas y lo he dicho abiertamente, me encantaría dirigir el deporte mexicano en unos años y estar al frente de la Conade. Tengo mi escuela pública de raquetbol, pero desgraciadamente por la pandemia se ha frenado.
Tenemos firmado un acuerdo con la Secretaría de Educación Pública de aquí de San Luis Potosí, donde una clase de educación física iba a ser una clase de raquetbol para empezar a detectar más talento. En cuanto a jugar, mis últimos Juegos Panamericanos serían en Santiago de Chile (2023), con esta competencia y con Selección probablemente sea mi retiro.
¿Tienes fecha para competir en este 2021? Tenemos del tour profesional para iniciar en marzo, pero no hay nada claro. También el campeonato del mundo está para julio o agosto, todo depende de la pandemia.
El recorrido de la antorcha olímpica también lo tenía para el 4 de mayo del año pasado, ya tenía vuelo a Japón y todo y ahora no tengo fecha confirmada. Lo importante es esperar el visto bueno para competir. ¿Cuál ha sido tu motor? Siempre he tenido el respaldo increíble de mi familia, ellos han estado en las buenas y malas.
Al principio yo no tenía patrocinadores y ellos pagaban mis viajes, apostaron por mi carrera cuando decidí irme a Estados Unidos y pagaron mi academia de raquetbol. Mi principal motor también ha sido creer en mí misma y el compromiso que tengo con mi equipo, son siete personas que siempre han estado ahí y que han sacrificado muchas cosas.
¿Cuál es tu papel como atleta, ahora que varios deportistas luchan por un cambio? Como mujer siempre utilizo mi voz para dar ese mensaje, todos nacemos con un talento y hay que saberlo aprovechar.
Realmente cuando uno quiere lograr el éxito hay que trabajarlo día a día. Soy el vivo ejemplo de que cuando uno quiere puede. A mí nadie me tocó la puerta y me dijo vas a ser la mejor del mundo, yo lo decidí, construí mi camino. Hoy se vive una pandemia que nos ha abierto los ojos en muchos aspectos, el dinero no lo es todo, es hacer conciencia.
Siempre hay que pelear contra ese discurso sobre racismo. ¿Has sufrido algún tipo de racismo o de discriminación por ser mujer? No por ser mujer, pero sí por ser mexicana.
En su momento en el tour profesional una comisionada siempre decía que cuando se fuera se tenía que quedar una norteamericana como número uno del mundo. Ahí me peleaba mucho con Ronda, que era mi rival de Estados Unidos. Hubo frustración, hubo esfuerzo, sacrifiqué mucho para estudiar y competir y que de la nada lleguen y te digan que eres número dos, fue frustrante. Estaba Bernardo de la Garza en la Conade y me ayudó a meter cartas, pero ella me dijo “mientras más gente me escriba, más te voy a suspender del tour”, fue un problema de ego. Decidí dejarlo por la paz, pero fue mi parteaguas demostrarle que una mexicana y las latinas podemos hacer las cosas diferentes.
¿Practicas algún otro deporte como aficionada? En la pandemia he estado practicando mucho golf, he jugado mucho con mis hermanos; el pádel y también me gusta mucho el tenis. Ahora en las vacaciones y al estar al aire libre estuve practicando golf y tenis. Siempre he sido aficionada a muchos deportes.