La pintora chileno-española Roser Bru (Barcelona, 1923) falleció este miércoles en Santiago de Chile a los 98 años, dejando tras de sí una ingente colección artística que le valió en 2015 el Premio Nacional de Artes Plásticas, informaron fuentes de su Fundación.
La grabadora llegó a Chile en 1939, con 16 años, escapando de la violencia de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), luego de un primer exilio junto a su familia en París.
Forma parte del grupo de intelectuales refugiados de la Guerra Civil Española (1936-1939) que arribaron a Chile en el barco Winnipeg en 1939, impulsado por el poeta Pablo Neruda, que influyeron significativamente en la cultura y el arte chilenos.
Bru vivió alejada de la vida social y del medio artístico en los últimos dos años debido a su avanzada edad, «pero manteniendo vivo su interés y disposición por los pinceles, las formas y el color hasta sus últimos días», expresó su Fundación a través de un comunicado.
«Pensar en Roser Bru es pensar en una luchadora de la libertad a través del arte. En sus obras están plasmadas sus experiencias más profundas. Sus exilios en Europa, la guerra civil, el viaje en el Winnipeg a Chile. Son muchas las vivencias que dejaron una huella profunda en ella», indicó la ministra de las Culturas de Chile, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés.
Discípula de Pablo Burchard e Israel Roa, se formó en la Escuela de Bellas Artes y estuvo cerca del antipoeta Nicanor Parra y del escritor y dibujante Enrique Lihn.
Formó parte del Grupo de Estudiantes Plásticos (GEP), espacio que compartió con artistas como Gracias Barrios, José Balmes, Guillermo Núñez, Juan Egenau y Gustavo Poblete, y luego integró el llamado «Taller 99», creado por el artista Nemesio Antúnez.
«Roser Bru parte hoy en la mañana escoltada por la bella luna de sangre, un tributo a la vida de una mujer imprescindible cuya obra trasciende los tiempos», señaló la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la estatal Universidad de Chile, Faride Zeran.
El centro de estudios le entregó la Medalla Rectoral en 2019 durante la conmemoración de los 80 años del desembarco del Winnipeg en Chile, «un esfuerzo diplomático y humanitario del Gobierno chileno de la época para recibir a más de 2 mil 200 refugiados españoles», agregó Zeran.
Entre los otros galardones que recibió a lo largo de su prolifera carrera artística, destacan la Encomienda de la Orden de Isabel La Católica, condecorada por el Rey Juan Carlos I de España (1995) o el Premio Club de Estampa, Buenos Aires (1968).
La obra de Bru «adquiere vital importancia a partir del golpe de Estado de 1973, donde la represión y la censura transformaron su imaginario y repertorio», explicó el director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Daniel Cruz.
«Transitando entre el objeto, la pintura, la gráfica y la fotografía, sus creaciones son un testimonio clave para entender y abordar la historia de nuestro país y su relación con los derechos humanos», añadió Cruz.